Para profundizar.
Dios amó tanto al mundo que mandó a su Hijo a salvarlo, pero cuando Juan dice: no améis al mundo ni las cosas que están en el mundo, se refiere a los deseos de la carne y a los deseos de los ojos, y a toda acción pecaminosa que sea abominable ante sus ojos. No os ruego que los quites del mundo ( oró Jesús) sino que los guardes del mal. Juan 17:15.
¿Qué significa esto?
Significa que debemos vivir, hablar, comer, vestir, y convivir diferente al mundo, que así como se ve la diferencia entre lo blanco y lo negro, así también se vea la diferencia entre el mundo y la iglesia, ni una pizca de mundanalidad debiera contaminar nuestras vidas. “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”. 2 Timoteo 2:19.