Lectura de estudio 📖 Nehemías 13:1-2.
1. Aquel día se leyó en el libro de Moisés, oyéndolo el pueblo, y fue hallado escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios, 2. por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, sino que dieron dinero a Balaam para que los maldijera; mas nuestro Dios volvió la maldición en bendición.
¿Qué parte de la ley de Moisés cita el el autor de Nehemías?
Aquel día se leyó una porción de Deut. 23:3-4. Amonitas y moabitas eran parientes de los judíos pues descendían de Lot el sobrino de Abraham. Génesis 14:12. El versículo 1, afirma: que estos dos pueblos, “no debían entrar jamás en la congregación de Dios” . Porque no dieron pan y agua a los israelitas cuando salieron de Egipto. Además, contrataron a Balaam profeta de la Mesopotamia para que maldijera a Israel ¿Qué ensenanza sacamos de todo esto? Que no debemos cerrar nuestro corazón a las necesidades de nuestro prójimo, y tampoco le debemos desear mal. Isaías 58:5-7. Los amonitas y los moabitas tenían vetada la entrada a la congregación de Dios porque no quisieron suplir las necesidades de sus hermanos. Además, hicieron todo lo posible para que les fuera mal, alquilaron a Balaam para que los maldijera (13:2). Tenemos que saber que ningún egoísta o maldiciente, entrará en el Reino de los cielos. Salmos 15:1-3. 1 Corintios 6:10. ¿Cuántos egoístas y maldicientes hay en la iglesia esperando ir al cielo? Que ni lo piensen… pues no irán…
PARA PROFUNDIZAR. El día que estemos frente al juicio de Dios, lo que se tomará en cuenta es la ayuda y la asistencia que dimos a nuestro prójimo. Todo lo bueno y malo que hagamos servirá para salvarnos o condenarnos. Mateo 25:31-46.