PUERTAS ATRANCADAS.

Lectura de estudio: Nehemías 7:3.

3. y les dije: No se abran las puertas de Jerusalén hasta que caliente el sol; y aunque haya gente allí, cerrad las puertas y atrancadlas. Y señalé guardas de los moradores de Jerusalén, cada cual en su turno, y cada uno delante de su casa.

¿Por qué debía estar bien resguarda la ciudad?

La orden a Hanani y Hananías fue: No abran las puertas hasta que caliente el sol. Todas las entradas deberían estar bien cerradas y permanecer así, aunque hubieran gente esperando. La ciudad y sus puertas eran reguardadas por los habitantes de Jerusalén día y noche.

¿Qué aprendizaje nos deja este relato?

Nosotros también tenemos muchos enemigos: el diablo y sus ángeles, y por lo tanto, debemos estar alertas, velando y orando porqué en algún momento atacarán. Otra cosa que tenemos que hacer, es cerrar bien las puertas del alma: ojos, oídos, boca, nariz y tacto. Tenemos que atrancar bien las puertas del alma. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. 1 Pedro 5:8. Toda la iglesia y cada hogar debiera velar, orar y trabajar en la obra del Señor. Si el pueblo de Dios se une en torno a Cristo y a su obra, no hay diablo que detenga su avance. 

PARA PROFUNDIZAR. En los días previos al fin del mundo, el diablo atacará con mayor fuerza porque sabe que le queda poco tiempo. Apocalipsis 12:12. Debemos resistirle en el nombre de Jesús. Santiago 4:7.