TRÁFICO DE HERMANOS.

7. Entonces lo medité, y reprendí a los nobles y a los oficiales, y les dije: ¿Exigís interés cada uno a vuestros hermanos? Y convoqué contra ellos una gran asamblea, 8. y les dije: Nosotros según nuestras  posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones; ¿y vosotros vendéis aun a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, pues no tuvieron qué responder.

¿Hasta dónde habían llegado los pudientes judíos?

Nada molestó tanto a Nehemías que saber que los judíos pudientes explotaban a otros judíos. El hambre al dinero no tiene límites, rebasa todo principio. La avaricia no tiene llenadera, ni  compasión, sobrepasa, aun los vínculos de sangre. Muchos se corrompen, traicionan, y hasta pueden llegar a matar por el ansia del dinero. Nehemías convocó a una gran asamblea y les recriminó: ¿Por qué le estan cobrando intereses a sus hermanos?  ¿Por qué estan traficando con ellos vendiéndolos como esclavos? Hay gente que les gusta a hacer leña del árbol caído, pero es lamentable, cuando esto se hace entre hermanos que llevan la misma sangre. “Si uno de ustedes presta dinero a algún necesitado de mi pueblo, no deberá tratarlo como los prestamistas ni le cobrará intereses” Éxodo 22:25. NVI. El amor a las riquezas, lleva a las personas a trasgredir la Palabra de Dios. Estos ricos, no sólo eran culpables de usara sino también de vender a sus hermanos como esclavos. ¿Entiende usted esta actitud? Esta gente no tuvo palabras para responder a Nehemías cuando les dijo en su cara su manera perversa de actuar. 

PARA PROFUNDIZAR. Es lamentable ver hasta donde puede llegar un corazón movido por la avaricia. Un avaro rebasa cualquier principio bíblico, el amor al dinero es la raíz de todos los males.