NO TENGÁIS MIEDO.

Young meditating and praying African American man wearing pink shirt and glasses, holding hands in prayer against his lips, hoping for the best, asking for wisdom and strenght, with closed eyes

Lectura Bíblica. Nehemías 4:14.

14. Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo de: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas. 

¿Qué miró Nehemías en los nobles, en los oficiales y en el pueblo, que les dijo, no temáis?

Tal vez la frase “después miré y me levanté ” se refiera al momento que los samaritanos avanzaban hacia Jerusalén para destruirla (4:7-11). Hay gente que nació para hacer mal, gente envidiosa que les molesta que los demás prosperen. Gente que se goza en que a las personas les vaya mal y no bien. Gente que no apoya cualquier plan que no sea el suyo. Un envidioso se pueden mostrar indiferente al plan, o volverse enemigo declarados del proyecto. La escena de aquel momento, era tensa, cualquier persona, duda o teme ante el peligro (a menos) que esté dopado o fuera de sí. Pero un líder del calibre de Nehemías, no debe trasmitir miedo, duda o incertidumbre, y mucho menos cuando sabemos que Dios está peleando de  nuestro lado. Las palabras “No temáis delante de ellos” sugieren el miedo que los nobles, oficiales y el pueblo sentían en ese momento. Nehemías les dijo: “No temáis delante de ellos, nuestro Dios es poderoso y  nos ayudará “. Levántese, tomen sus armas y peleen por sus esposas, hijas, hijos y hermanos. ¿Qué nos enseña estas palabras? Que no debemos permitir, que alguien pretenda arrebatar lo que nos pertenece, o pertenece a nuestra familia. Ni su patrimonio terrenal, y mucho menos su patrimonio celestial. No debemos permitir que venga el diablo a tratar de quitar la esperanza que tenemos en lo que Jesús fue prepararnos. Juan 14:1-3.

PARA PROFUNDIZAR. El miedo puede verse, oirse, o sentirse. ¿Qué hacer cuando tengo miedo? David escribió: “Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza”. Salmos 56:3. NVI.