Objetivo. Describir el daño que causa la ofensa en el corazón humano.
Lectura bíblica: Proverbios 18: 19.
19. El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
¿Cómo describe el proverbista al sujeto ofendido?
En el v.18, Salomón dijo: El echar suertes pone fin a los litigios y decide entre las partes en pugna. NVI. Pero el hermano que perdió a la hora de echar suertes quedó molesto, ofendido, y resentido, porque las suertes no le favorecieron. La amistad que hubo quedo fragmentada, restaurarla, sería tan difícil como conquistar una ciudad amurallada. La brecha que deja la ofensa es tan amplia, que solo el poder de Dios puede sanar (reconciliar) la amistad destruida. Por tal razón, debemos arreglar los desacuerdos antes de que se levanten las murallas de resentimientos y sea imposible volver a la armonía.
APLICACIÓN. El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos. Proverbios 17:9.