¿Qué vamos a aprender?
- Identificará a la mujer cusita de nuestro estudio.
- Ver que Dios vio mal que María y Aarón hablaran contra Moisés.
- Que Moisés era un varón manso y que no respondió a sus críticas
Lectura de estudio. Éxodo 12:1-3.
1 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. 2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. 3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.
¿Quién es la mujer cusita de nuestro estudio?
Números 12:1, solo dice: “que hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado”, pero no da más detalles ¿Quién es está mujer? Séfora la esposa de Moisés era madianita no cusita ¿Cómo sabemos esto Leyendo Éxodo 2:15-21. Cusita de Cus Etiopía (al sur de Egipto y Madián) se localiza al noroeste de Arabia. Los cusitas descendían de Cus, nieto de Noé Génesis 10:6, y los madianitas descendían de Madián, hijo de Abraham y Cetura, Génesis 25:1-2. Podríamos afirmar muchas cosas: que Moisés enviudó y se volvió a casar, o que tomó a otra mujer por esposa. Otros aluden que “cusita” no se refiere a la nacionalidad, sino a la hermosura de Séfora, pero lo mejor es no especular, el énfasis está en la palabra “contra” que denota oposición, desacuerdo, resistencia, antagonismo, etc
¿Qué más dijeron María y Aarón de Moisés?
Cuando damos rienda suelta a la lengua nos seguimos de filo, Pedro escribió: “Si quieres disfrutar de la vida y ver muchos días felices, refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras”. Ellos dijeron: “¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová”. No los escucharon los israelitas, pero si los escuchó Jehová. No debemos murmurar de nadie, menos de un siervo de Dios. Juan 6:43. Éxodo 22:28, Hechos 23:5. María y Aarón hablaron de Moisés solo entre ellos, su comentario no se esparció por el campamento, pero Dios lo vio mal, porque no tenían derecho a hablar de Moisés, nadie tiene derecho de hablar en contra de su prójimo … porque nuestras observaciones no son objetivas, vemos lo que queremos ver, oímos lo que queremos oír, y hablamos lo que sentimos y pensamos. ¡Somos un peligro!
PIENSE EN ESTO. Salomón escribió: “En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente”. Proverbios 10:19.