Lectura de estudio: Éxodo 8:1-19.
1 Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. 2 Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios. Éxodo 8:1-2.
¿Qué otra plaga enviaría Dios si faraón no dejaba ir a Israel?
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Moisés entra a la presencia de faraón y le dice: “Jehová ha dicho: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva”, “porque si no lo dejas ir, te castigará con ranas en todos tus territorios”, a faraón parece no importarle la advertencia de Moisés, entonces Dios ordena a Moisés que le diga a Aarón que extienda su mano con la vara sobre los ríos, arroyos, y estanques, y que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto. Las ranas no causarían la muerte de los egipcios, pero les iban a incomodar: “entraran en tu casa, en tu cámara donde duermes, sobre tu cama y en la casa de tus siervos, en tus hornos y en tus artesas” (8:3). Los egipcios todavía no se reponían de la plaga de la sangre, pues el olor de la sangre putrefacta y de los animales muertos estaba en el ambiente, y ahora ¿soportar a las ranas saltando y escuchando su croar?
¿Qué hizo faraón al ver infectado su país de ranas?
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Faraón pidió a Moisés que orara a Jehová para que quitara las ranas, se comprometió a dejar ir a Israel a servirle. Moisés le preguntó a faraón ¿Cuándo debo orar por ti para que las ranas sean quitadas? Faraón dijo mañana, y Moisés le contestó: mañana se hará conforme a tu palabra para que conozca que no hay como Jehová nuestro Dios. Moisés esperaba que el faraón dejara de sentirse dios, como engañaba a su pueblo, y que reconociera a Jehová el Dios de Israel. Moisés oró y Jehová escuchó su oración, aun, la oración de los impíos es contestada cuando muestran arrepentimiento. Las ranas se fueron tal como pidió faraón, eran tantas las ranas muertas que juntaron por montones y apestaba. Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
PIENSE EN ESTO. Las desgracias hacen al hombre buscar a Dios, pero después que el Eterno soluciona su caso, este se olvida, y regresa a lo mismo.